ÁREAS DE TRABAJO
Nuestro instituto viene trabajando en diversas áreas, desarrollando conocimiento siempre inspirados en la más pura doctrina peronista. Queremos contribuir a sistematizar ideas que puedan plasmarse en políticas públicas eficientes y con impactos concretos en la calidad de vida de nuestro pueblo.
Para ello conformamos grupos de trabajo con compañeros y compañeras especialistas en cada uno de estos temas.
Si te interesa participar en alguna de nuestras áreas podés completar el formulario y nos ponemos en contacto con vos
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AMBIENTE Y JUSTICIA SOCIAL
Inspirados en el Mensaje Ambiental a los Pueblos y Gobiernos del Mundo del general Perón del año 1972, comprendemos la problemática ambiental como consecuencia de una crisis civilizatoria producto del sistema regido por la acumulación y la ganancia, así hemos comprendido y tomado como lema que no puede haber ambiente sano sin justicia social.
Ante la situación ambiental, y enfocados en nuestra realidad nacional, rechazamos tanto las propuestas extractivistas que imponen una explotación sin medir las consecuencias humanas y ambientales, pero también las ecologistas extremas que en virtud de la protección ambiental se oponen a todo proyecto de utilización de los recursos naturales, afirmando en cambio nuestra Tercera Posición Ambiental, promoviendo un necesario desarrollo compatible con la sustentabilidad e indisolublemente ligado a la justicia social.
El general Perón en su última actualización doctrinaria concibió a la cuestión ambiental como uno de los ámbitos centrales de la problemática sociopolítica contemporánea en documentos tales como el mencionado Mensaje como en el Plan Trienal y el Modelo Argentino para el Desarrollo Nacional, su testamento político. Pero además lo plasmó en la práctica tomando como antecedente el artículo 40 de la Constitución Nacional de 1949 y en su tercer gobierno con la creación de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente Humano, la puesta en práctica de políticas ambientales y el proyecto de nueva Constitución de 1974. Este legado no seguido por los gobiernos justicialistas posteriores, salvo algunas medidas particulares, agravó la problemática ambiental que afecta sobre todo a los sectores más pobres de nuestra Patria, por lo que nuestra tarea no solo es importante sino también urgente.
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ASUNTOS ESTRATÉGICOS
“La Verdadera Política es la Política Internacional” — Juan Domingo Perón
Los asuntos estratégicos para el Movimiento Nacional trascienden la coyuntura inmediata; son temas que establecen un horizonte a mediano y largo plazo y que sientan las bases de un desarrollo auténticamente nacional y soberano.
En este contexto, es fundamental no solo discutir el Modelo Nacional que nos conduzca hacia una Nación Justa, Libre y Soberana, sino también el marco de alianzas internacionales que nos permita insertarnos en el mundo de manera efectiva.
Juan Domingo Perón nos abrió un camino en el ámbito internacional al proponer, desde temprano, la Tercera Posición. Aunque esta idea fue olvidada por un tiempo, los pueblos del mundo la adoptaron en el contexto de la Guerra Fría, buscando distanciarse de los dos imperios dominantes y priorizar sus intereses nacionales. Hoy, la Tercera Posición cobra más relevancia que nunca, ya que coloca nuestros intereses por encima de cualquier coyuntura. Esto resulta esencial en un momento en que se redefinen las configuraciones políticas del futuro Orden Internacional. El dilema es claro: Liberación Nacional o Dependencia Neocolonial. Nosotros optamos por construir una Nación Soberana dentro de una Patria Grande.
Argentina, al ser una nación bi-continental, con un pie en el continente americano y otro en el antártico, necesita recuperar su conciencia histórico-política. En este sentido, la cuestión de Malvinas se convierte en nuestro eje central, donde se clarifican nuestros intereses y se define con nitidez nuestro enemigo. La Cuestión Malvinas trasciende el 2 de abril, las islas y la guerra de 1982. Se refiere a los intereses geopolíticos presentes y futuros de nuestro país en el Atlántico Sur, en la Patagonia, en las Islas Malvinas y en la Antártida Argentina.
Desde el Área de Asuntos Estratégicos, trabajamos en el análisis y diseño de la política exterior argentina, así como en la evolución de la política internacional. También abordamos temas vinculados a la industria de defensa, la investigación y desarrollo tecnológico, y los desafíos políticos y logísticos relacionados con la integración del territorio nacional. Las capacitaciones sobre Malvinas y la difusión del pensamiento de Francisco son otros ejes fundamentales de esta Área.
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CIENCIA Y TECNOLOGÍA PARA LA PRODUCCIÓN
Tiene el propósito de fortalecer sistemas nacionales, regionales y locales, de tecnociencias aplicadas a la producción, que son base de las posibilidades de soberanía y liberación nacional y social.
Nuestra Área vincula el desarrollo de ciencia y tecnologías apropiadas y adecuadas a los distintos ámbitos socio productivos, o sea a la red de conocimiento científico-técnico-productivo que une políticas ambientales, de salud, energía, transporte, agro, infraestructura, defensa, trabajando en conjunto con las organizaciones de PYMES, y de la economía social (cooperativas y mutuales).
Es su interés el desarrollo de capacidades organizativas y tecnológicas autónomas, democratizando y socializando el conocimiento científicotecnológico a la producción nacional adecuada, generando de trabajo de creciente calificación, fortaleciendo y favoreciendo el pleno empleo, y un mercado interno fuerte.
En este sentido se propone contribuir con conocimientos adaptados al desarrollo local con el fin de fortalecer, organizar y capacitar a entretejido de PYMES y de organizaciones de la economía social.
Nuestra área vincula la ciencia y la tecnología con las necesidades productivas del país, promoviendo la innovación y el desarrollo sostenible. Fomentamos la creación de una red de conocimiento que integre a investigadores, empresas y organizaciones sociales, generando soluciones tecnológicas para los desafíos de la producción y mejorando la calidad de vida de la población.
Buscamos desarrollar capacidades tecnológicas autónomas en el país, promoviendo la innovación y la producción de bienes y servicios con alto valor agregado. Fomentamos la transferencia de tecnología a las PYMES y cooperativas, fortaleciendo el tejido productivo local y generando empleo de calidad.
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ECONOMÍA
El área de trabajo económica del Instituto propugna elaborar pensamiento y documentos que sirvan para la toma de decisiones económicas, de planeamiento y programación en políticas públicas, de contabilidad y finanzas públicas entre otras áreas conexas. También para comparar y discernir el pensamiento y las teorías económicas contemporáneas con la doctrina justicialista. Asimismo, nos interpelan las políticas económicas y las teorías del pasado respecto de su vigencia actual y futura.
Dicha labor requiere un dedicado trabajo en equipo para tratar de abarcar la mayor cantidad de áreas económicas y financieras que se relevan en la vida pública nacional, provincial y local como las áreas de hacienda (tanto de gasto como ingresos públicos), endeudamiento y crédito público, tributación, coparticipación impositiva, programación y planeamiento económico, sector financiero público y privado, trabajo y seguridad social, energía, transportes, comunicaciones, agro, industria, servicios, comercio interior y exterior, ciencia, técnica e innovación vinculada a la producción, fomento a la producción, gestión de empresas públicas, estadística pública, entre otras áreas.
La compleja realidad económica actual implica un esfuerzo de comprensión, buen diagnóstico, creatividad y realismo político y económico para proponer y elegir las alternativas adecuadas y óptimas en términos económicos, aprendiendo y evitando errores del pasado que le cuesten tiempo, recursos y especialmente sufrimiento a nuestro Pueblo.
En el caso provincial y local además de las cuestiones estrictamente dependientes de la hacienda pública (gasto público, tributos, tasas, financiamiento interno y externo) nos convoca especialmente las políticas productivas y de innovación tecnológica que contribuyan a sostener, ampliar y diversificar la matriz productiva regional y local para lo cual también resulta imprescindible recuperar y buscar nuevas alternativas en materia de instrumentos financieros públicos provinciales para contribuir a dicho despegue productivo.
Invitamos a los compañeros y compatriotas de buena voluntad a contribuir, estudiar y elaborar propuestas en esta área clave para lograr nuestros tan deseados objetivos de lograr la felicidad del Pueblo y la grandeza de la Patria.
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HÁBITAT Y DESARROLLO TERRITORIAL
“El hombre es el único ser de la Creación que necesita “habitar” para realizar acabadamente su esencia.” Modelo Argentino para el Proyecto Nacional.
La doctrina justicialista en sintonía con la doctrina social de la Iglesia, reconoce el derecho a la propiedad. Han pasado más de 70 años del profético discurso pronunciado por el entonces Presidente Juan Perón al inaugurar el Período Legislativo en el Honorable Congreso de la Nación, del 1° de mayo de 1948, donde señalaba que “Los países deben buena parte de su grandeza a la subdivisión de los latifundios improductivos, a la creación, por ese medio, de gran número de pequeños propietarios rurales que, arraigados de ese modo al suelo que laboran, forjan el progreso del país y aún hoy seguimos sin resolver los grandes problemas demográficos y de arraigo en un país con escasa densidad demográfica y una enorme variedad de riquezas naturales.”
Inspirados en estas palabras y en la función social de la propiedad reconocida en el art. 15 de nuestra Constitución Provincial, y ante la emergencia habitacional que afecta el territorio santafesino e implica una degradación ambiental y humana que deterioran las redes sociales y comunitarias, creemos que resulta menester de los distintos niveles de gobierno atender el desarrollo de políticas públicas que busquen garantizar el acceso a derechos de raigambre constitucional, entre ellos, el acceso a una vivienda digna (14 bis), entendiendo que no se agota en el acceso a la misma, sino que también presupone un lugar adecuado para vivir y convivir.
Nos encontramos en un contexto de crisis que nos lleva a un reordenamiento de principios y valores, con su correlato en los procesos de participación ciudadana. Los 133.007 km² de superficie de la Provincia de Santa Fe y su tres millones y medio de habitantes nos impone pensar en el territorio provincial, sus ríos e islas, con mayor estatalidad e integrados con la Región y con la Patria Grande.
Es por esto que pensamos las políticas de hábitat y desarrollo territorial desde el diseño de una adecuada política demográfica, acompañada de una política económica y social correspondiente, que comprenda la interrelación de aspectos ambientales, sociales, sanitarios, económicos y políticos del desarrollo y a su vez considere las distintas expresiones culturales, productivas y ecológicas del territorio. Atendiendo la fragilidad y complejidad social de los grandes conglomerados de las áreas metropolitanas y la revalorización y arraigo del medio rural.
A su vez, la revalorización del medio rural y la heterogeneidad del territorio provincial, así como el manejo de suelos en el ordenamiento territorial de las áreas metropolitanas requieren la formación de equipos transdisciplinarios. Siendo relevante evaluar las repercusiones sociales, económicas, productivas, ambientales que traen aparejadas las políticas de inversión en sus distintas áreas, desde la capacitación, la elaboración, ejecución y evaluación, de planes de ordenamiento, proyectos e infraestructura pública.
Los múltiples y dispersos abordajes a las problemáticas señaladas requieren la elaboración de una visión de conjunto que permita el desarrollo de políticas públicas, planes y programas que den respuestas unificadas. En este sentido el Área de Hábitat y Desarrollo Territorial tomará posiciones, realizará recomendaciones, estudios, informes, propuestas, proyectos y dictámenes en materia de inversión, asuntos fiscales, políticas públicas o programas de alcance provincial y regional vinculados a estas cuestiones.
Por otro lado, las preocupaciones señaladas y aspiraciones para el mejoramiento de las condiciones de vida y el desarrollo humano integral de los santafesinos, particularmente en cuestiones de desarrollo territorial y hábitat, están orientadas a que nuestra provincia avance en relación a los objetivos del Pacto Internacional de Derechos Económicos y Sociales, con rango constitucional desde 1994.
La historia nos ha enseñado que el acceso a la vivienda y al hábitat no se logrará con mayor concentración y tampoco va a resolver con una lucha de clases y la abolición de la propiedad, eso se tiene que resolver con políticas de estado que nos tienen que encontrar luchando juntos por las Tres T de las que habla el Papa Francisco. Tierra. Techo y Trabajo, quien nos interpela en la Encíclica Laudato Si: “Si la arquitectura refleja el espíritu de una época, las megaestructuras y las casas en serie expresan el espíritu de la técnica globalizada, donde la permanente novedad de los productos se une a un pesado aburrimiento. No nos resignemos a ello y no renunciemos a preguntarnos por los fines y por el sentido de todo. De otro modo, sólo legitimaremos la situación vigente y necesitaremos más sucedáneos para soportar el vacío.”
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MUNDO DEL TRABAJO
“En la Argentina existe una sola clase de hombres, los que trabajan”.
Como enseña el Papa Francisco, «Como base del florecimiento humano, el trabajo es clave para el desarrollo espiritual. Según la tradición cristiana, éste es más que una simple labor; es, sobre todo, una misión.» En esta misión, donde el ser humano expresa su dignidad, encuentra en el salario justo las posibilidades de su desarrollo espiritual y el acceso a los bienes en su destino común, ordena al hombre y vertebra a la comunidad.
En la génesis del peronismo, el entonces Coronel Perón se encargó de plantear una doctrina contraria al demoliberalismo, y que tiene su centro en el hombre que trabaja. En tal sentido sostuvo: “se llenaban la boca con la palabra libertad, cuando la única libertad del pobre, era de morirse de hambre”, y en relación al trabajo, dejó gravada a fuego en nuestra cultura que “en la Argentina existe una sola clase de hombres, los que trabajan”
Este proceso, verdaderamente democrático, desarrolló en la Argentina, una política independiente y soberana que depositaría en el movimiento sindical argentino la custodia de los principios y valores de la revolución justicialista, ya que de nada sirven las conquistas sin una base social que le de sustento y las defienda, no sólo hacia adentro como su columna vertebral sino también más allá de las fronteras nacionales, donde se pone de manifiesto la Tercera Posición del Justicialismo a partir de la Ley del Servicio Exterior de la Nación (1947) en donde estratégicamente se incorpora la figura de los agregados obreros, los que impulsaran la unidad latinoamericana y contribuirán a la construcción del ABC (Argentina, Brasil y Chile) y del ATLAS (Agrupación de Trabajadores Latinoamericanos Sindicalistas).
Distintas formas fueron utilizadas para acabar con la Justicia Social y el Derecho Laboral, siguen buscando la transformación del “derecho del trabajo” en un “derecho del mercado de trabajo”, abandonar la tutela de los derechos de los trabajadores y reafirmar al mercado como regulador supremo de la sociedad.
Una de las nuevas formas de pensar y organizar el trabajo se ha dado a partir del seductor nombre de “meritocracia” , ocultando una concepción hiperindividualista, que termina legitimando la desigualdad, al ocultar las realidad económica y social y las desiguales oportunidades que tienen las personas nacer, las que se habrán multiplicado al jubilarse y la cultura de la pobreza en donde el pobre es culpable de su propia pobreza.
La automatización del mundo del trabajo a partir de los nuevos actores sociales que significan los algoritmos y tecnologías como la robótica y la inteligencia artificial nos ofrece mayor productividad, eficiencia, transparencia y comodidad pero importa también su uberización, una creciente desindicalización, el crecimiento de la precariedad laboral y una cada vez mayor concentración económica y política e implica no solo una menor participación de los trabajadores en la renta nacional sino también una menor participación en las decisiones estratégicas que debemos tomar como nación.
Observamos como el progreso tecnológico sumado a un entramado económico-financiero lentamente ha ido reemplazando el trabajo humano sin que logremos discernir la peligrosidad de este rumbo, ya que el trabajo, siendo esencial en el hombre, pues solo existe una sola clase de hombres, los que trabajan, lo que se pone riesgo no es el trabajo sino a la humanidad misma.
El mundo del trabajo, en esta encrucijada que propone la 4º Revolución Industrial debe avanzar hacia la Justicia Social o seguiremos siendo furgón de cola del paradigma tecnocrático, de desarrollar y fortalecer la cultura de la vida o sucumbir ante la cultura de la muerte.
El desafío pasaría por la sana recepción de los avances de la ciencia y la técnica, asumir las innovaciones que brinda la Economía del Conocimiento a partir de la Tecnología de la Información y la Comunicación y la Inteligencia Artificial (AI), sin que el trabajo deje de ser trabajo, defendiendo cada puesto, sin resignarse a dar el carácter de permanente a respuestas transitorias como lo son los beneficios sociales, subsidio por desempleo o ingresos ciudadanos que niegan la dignidad del trabajo y generan una deuda social perjudicial para la sociedad.
“Gobernar es crear Trabajo” decía el sabio y sigue siendo hoy, el principal desafío que debe asumir quien gobierne la Argentina si pretende brindar un servicio al bien común y contribuir a la justicia social.
En suma, necesitamos nuevos liderazgos que sean capaces de contemplar a aquel que encendió el primer fuego, aquel creo las primeras herramientas para la caza, aquel que creo la rueda o hizo del vapor o de la electricidad una revolución, pero sobre todo, Aquel “que creció en un hogar de sencillos trabajadores y trabajó con sus manos para ganarse el pan” y que estuvo junto al banco del carpintero la mayor parte de su vida, consagrando su vida al trabajo, santificando el trabajo.
Que frente al aturdimiento que generan los grandes medios de comunicación que impide ver, escuchar o comprender las grandes verdades de la vida, como dijera el Papa Benedicto “dejémonos invadir por el silencio de San José.” Aquel humilde carpintero, con su trabajo silencioso respondió fielmente con sus deberes, en un constante servicio. Desde siempre, pero sobre todo con José, el trabajo es un elemento fundamental para la dignidad de la persona y él nos enseña a hacer un trabajo justo, donde todos los dones que hemos recibido de Dios los ponemos a su servicio.
El 10 de octubre de 1945, en sintonía diría el Coronel Perón sus últimas palabras al frente de la Secretaría de Trabajo, anticipando la gloriosa jornada del 17 de octubre: “…Y si algún día, para despertar esa fe, ello es necesario, me incorporaré a un sindicato y lucharé desde abajo…”
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